Indios norteamericanos


 

Desde pequeño he tenido muchos intereses. La libertad que me dieron mis padres me facilitó para trabajar y profundizar en ellos, sin ser juzgado por nadie. Uno de mis intereses que, lo arrastro desde los 4 años más o menos, es el mundo de los indios norteamericanos. Todo empezó con un libro que les pedí a mis padres sobre estos seres. Empecé a hacerme vestimentas de ellos, armas, compré pieles y empecé a recolectar plumas que me encontraba de aves salvajes. La unión que tienen los indios con las aves, me hizo empezar a enamorarme de las aves también. Esa unión que tienen en general con la naturaleza, los animales y la manera de vivir con la tierra me alucinaba y me alucina.

 

Yo observando un libro sobre indios mientras cogía apuntes para mis trabajos.


En las imágenes de abajo se me ven varios procesos de investigación que se han llevado a cabo gracias a mi entusiasmo por el mundo de los indios y la naturaleza.

Si miramos las imágenes de izquierda a derecha podemos ver como iba a por plumas al campo, más tarde las seleccionaba en casa y en la mayoría de ocasiones las utilizaba para realizar tocados y decorar armas indias.



Los tocados y vestimentas indias me presentaron el mundo de las plumas, y las plumas me presentaron a sus portadores: las aves. Comencé a interesarme por ellas, sobre todo por las aves de presa. Adquirí guías y libros de identificación de aves. Con 8-9  años diferenciaba las aves de presa en el cielo. Me pasaba mucho tiempo viendo guías, y luego lo practicaba en el campo. Visité muladares, cetreros, etc, y todo esto lo hice por decisión propia.  Este interés lo pude llevar a cabo gracias a una casa que decidieron comprar mis padres. Esta casa está completamente alejada de las grandes ciudades y rodeada de naturaleza. Eso me facilitó y me facilita estar cerca de la naturaleza más pura. Esa ha sido una de las claves en mi vida, gracias a eso soy quien soy hoy.

Sujetando un halcón peregrino en uno de los viajes que hice centrado en las aves.


Si observamos las imágenes de abajo de izquierda a derecha, en la primera se me ve observando buitres en un comedero (muladar) en Huesca, mientras sujeto una de mis guías de aves.

En la siguiente, al fondo se ve mi casa de campo, y en primer plano mi hermana Ángela y yo haciendo un fuego.

Como he dicho en el texto anterior, esta casa de campo ha sido clave para poder llevar a cabo mis intereses y poder acercarme a mi esencia y a mi yo más primitivo.


 


A raíz del interés por los pájaros, estuve alguna temporada haciéndoles fotos con una cámara que me la dejó mi padre. No tenía ni idea de usar la cámara, pero con 9-10 años ya hacía alguna foto. Al ser una edad tan temprana tenía más pasiones e intereses, y, por tanto, también dedicaba mi tiempo al deporte, por ejemplo. Aún así, según comenta la gente cercana, era impresionante que de tan pequeño me interesase con tanta pasión por estos seres.

Arrastré estos intereses junto a otros durante años. Tenía temporadas en las que me dedicaba a otras cosas, pero pasaba el tiempo, y volvía con las aves y los indios.

Fotografiando pájaros en una salida.

 


Si observamos las imágenes de abajo de izquierda a derecha podemos observar como en la primera, junto a mi hermana Ángela, me encuentro haciendo fotos a pájaros desde un hide específico para la observación de fauna.

La siguiente se trata de una imagen hecha por mí desde la ventana de mi casa de campo cuando tenía 10-11 años.

En la última, me encuentro elaborando un dibujo de bolitas en un telar, con 16-17 años. Esta fue una de esas temporadas en las que volví a motivarme para seguir creando nuevas armas, atuendos y utensilios que utilizaban los indios .



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